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jueves, 18 de diciembre de 2014

CASO TORRES DULCE (SIGNIFICATIVA Y SONADA DIMISION DEL FISCAL GENERAL DEL ESTADO)




Expresándome, siempre, en clave de suposición quiero poner de manifiesto que, considerando al Sr. Torres Dulce español de buena voluntad quiero, antes de nada y con motivo de su, ¡más que sospechoso!, razonamiento para dimitir como Fiscal General del Estado, darle la bienvenida al creciente club creado entre los dimisionarios que, por razones “exclusivamente personales” (como dice Rajoy) están abandonando puestos clave en la administración del Estado a sabiendas de que son otras y poderosas razones las que les obligan a dimitir.

Algo tan sonado y significativo que, como ciudadanos españoles, no podemos dejar de pasar por alto centrándonos ¡tan solo! en una posible causa: la descomposición y degeneración de un gobierno que, autodenominándose democrático y embriagado por la mayoría absoluta de la que disfruta, se ha creído con arrestos para saltarse a la torera todas las reglas que, consustancialmente, determinan el equilibrio entre los poderes que democráticamente actúan en la ideal gobernación de los pueblos que aspiran a pertenecer al mundo de los desarrollados y civilizados.

¡Qué mala suerte tuvimos los españoles! que, a pesar de haber empleado tanta y buena voluntad en el 20N del 2011 no acertamos, sin embargo, en la elección de un Partido como el Popular al depositar nuestra confianza en manos de quienes, en tan corto espacio de tiempo (menos de tres años) han conseguido, con éxito evidente y por desgracia, desamortizar todo el bienestar que, con no poco sacrificio, conseguimos darnos los ciudadanos de este país, haciendo que la pobreza vuelva a enseñorearse de millones de españoles y que, por varias generaciones, nuestras juventudes carezcan de esperanza para hacer cierto ese empeño que todos los padres ponen en que los hijos los mejoren y los superen todo.

¿Qué está pasando? Esta dimisión en la Fiscalía General del Estado está más que justificada y no nos puede un “gobierno”, como el Popular, venir con milongas porque, ¡de una vez por todas!, y descubierto el juego y el empeño que han desplegado en el acaparamiento de toda la riqueza nacional para los especuladores y sus derivados de corrupciones, quieren aún más y por ello pretenden que nadie pueda meter las narices en la persecución de todas sus prácticas delictivas, negligencias y demás irregularidades gubernamentales, al intentar ¡nada menos! conseguir amordazar a la Justicia y hacer que sea una quimera el principio de la separación de los poderes favoreciendo, con esta acción, únicamente a los fácticos poderes que les ayudaron a ganar las elecciones para que, judicialmente, quedemos desprotegidos los ciudadanos y no podamos hacer valer nuestros derechos, agredidos por un régimen que, con prácticas dictatoriales y disfrazado de democrático hace que sean meras apariencias la actuaciones de estos supuestos gobernantes porque está ya claro que de eso... ¡nada tienen! ¡A ver si creen que los españoles nos hemos caído de un guindo!

No he visto en toda mi dilatada vida, mayor desfachatez que la desplegada por este grupo de descerebrados de un gobierno y del partido Popular que lo sustenta que, sin escrúpulos, camina sin moral ni éticas conocidas, supercrecido y con la vista puesta sólo en ganar las próximas elecciones, creyendo y confiando que, con la mentira, van a conseguir un doblete en el despótico poder que han protagonizado de tan mala manera para desgracia de tantos españoles que, a fuerza de atropellos hemos empezado a comprender lo que significa la falta de participación ciudadana en el ejercicio y control de la buena política, que no debe perseguir otra cosa más que la consecución del bienestar para todos y la justa y equitativa distribución de la riqueza, desterrando de nuestro país a especuladores financieros e intereses de mercados a los que como invasores, cual hicieran nuestros bravos antepasados, debemos vencer y combatir sin contemplaciones ya que abusando de la nobleza de este pueblo nos han convertido en súbditos del egoísmo de los nuevos esclavistas con ayuda de estos desaprensivos políticos que nos gobiernan, traicionando la confianza mayoritaria que un nefasto día los españoles depositamos en ellos creyendo en su programa totalmente incumplido.
©Manuel Guzmán 2014

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