«Y... para no aburrirnos, ¡ALLÁ VA OTRA DE MIEDO!»
Me voy a permitir contar hoy algo más de lo que ya huele a podedumbre y Gurteliana corrupción que puede ser considerado, perfectamente, como atentado contra ese antiguo esplendor, tan cantado y celebrado como el del país Valenciano; famoso por la benignidad mediterránea de su clima, la hermosura de su naturaleza y de sus cultivos, cualidades ambas que, unidas a la donosura , alegría y laboriosidad de sus gentes, constituyen un patrimonio inigualable, configurante de un baldón al que, estimo, no ser justo el que, políticos de medio pelo, sin escrúpulos y de moral relajada, contra él, se hayan atrevido a atentar, echándole un impresionante lamparón encima al poner de manifiesto un desajuste económico-político de desastrosas consecuencias que, como ciudadano residente en esta gran Comunidad, siento y lamento como propio porque, aquí eché raíces y fijé mi residencia hace ya muchos años.
El anuncio del Consell con el acuerdo de vender el Parque Temático “Terra Mítica” proyectado como la primera de las grandes ocurrencias de cuño propio ideadas por el primer gobierno del Partido Popular, de la mano de EDUARDO ZAPLANA , costó la friolera de 377 millones de euros, no dejando de generar pérdidas desde su inauguración en el año 2000 porque, ninguna de las previsiones del citado Consell, proyectadas en su día, se cumplió en ningún momento pues ¡nunca! llegaron los 3.000.000 de visitantes anuales estimados ya que no hubo año en el que se superara el millón alcanzando, por el contrario en el año 2010 y como última referencia, 520.000 visitantes nada más. Una “perla” que se vendió a la opinión pública como la panacea del pleno empleo para una comarca como la Marina Baixa de Alicante, puesto que llegaron a garantizar 8OOO puestos de trabajo entre directos e indirectos que, por arte de la imprevisión suicida efectuada, la cosa quedó reducida a 550 trabajadores de los que, el último ERE, aseguraba que sobraban 197.
Como consecuencia de todo esto, en el año 2011, llegan a la conclusión de que, la única posible solución al desaguisado de tanta desastrosa pérdida para el erario público es acometer la venta, acordada ya en el año 2005, en la que la Generalitat Valenciana, en la transacción, recuperaría el porcentaje 22,3% de la inversión inicial de 377 millones, equivalente a la cantidad de unos 65.000.000 de los que cabría restar 15.000.000 “ya invertidos” en el Parque, pudiendo calificar, esta operación, como un golpe maestro a las arcas de la Generalitat Valenciana por su ruinoso carácter.
Por si no fuera poco con esta muestra de desgobierno y latrocinio, el Consell, acordó la compra de Valmor Sport, que gestiona la prueba de Fórmula 1 en Valencia, por el simbólico precio de 1 euro; una empresa integrada por Bankia, el ex-piloto Jorge Martínez Aspar y el presidente del Villarreal CF, Fernando Roig, a sabiendas de que, su deuda actual es de 30 millones de euros. La prueba automovilística en el circuito urbano de Valencia, fue incluida como promesa electoral por FRANCISCO CAMPS en el año 2007, bajo la premisa de que no costaría “un solo euro” a los valencianos.
La realidad fue otra cosa muy distinta porque el erario público tuvo que absorber el coste de unos 100.000.000 de euros por la construcción del circuito urbano y, ¡además!, el canon de la prueba, desde su tercera edición se estima que, el precio que se paga a Bernie Ecclestone, dueño de la prueba, se sitúa entre los 17 y 19 millones de euros anuales, aunque el Consell nunca ha querido sacar a la luz este dato. El coste cero, proclamado y prometido por CAMPS, se convirtió en un centenar largo de millones invertidos, a lo que habría que sumar el hecho de que ¡jamás! se alcanzaron los 140.000 espectadores por carrera y el pretexto de que “iba a ser un impacto positivo en la creación de empleo, como siempre, resultó un fiasco, ya que el desempleo, del año 2007 al 2010, creció por encima de la media Estatal en Valencia.
Siguiendo con este significativo muestreo de despropósitos y desgobierno, el portavoz del Consell, anunció también que tiene la ocurrencia e intención de externalizar la gestión de la Ciudad de la Luz, (los Estudios Cinematográficos en la Provincia de Alicante). Un proyecto original de ZAPLANA, heredado y rediseñado por CAMPS que elevó su coste de los 1OO millones del proyecto inicial a más de 170, que nunca tuvieron beneficio y que, por el contrario, fueron sumando pérdidas a un ritmo de 20 millones de euros anuales, desde su apertura.Una ruinosa inversión que por albergar rodajes de películas, llegó a pagar , en el año 2009, la cantidad de 4,9 millones de euros y en el año 2006, porque aterrizara allí el rodaje de Axterix en los Juegos Olímpicos, 4, 6 millones de euros, pagados a la Sociedad Aguamarga por realizar esta función.
Para finalizar, Johnson, avanzó que el Consell buscará nuevas fórmulas para vender el solar sobre el que iba a ir EL PROYECTO DE LAS “TORRES CALATRAVA”, por el que se pagaron la friolera de 15.000.000 de euros a su autor, sin posibilidad de que ya vea la luz.
Tras esta exposición, más o menos detallada, de algunos de los despropósitos llevados a efecto por políticos que lograron, en las urnas, mayorías absolutas relevantes en la Comunidad Valenciana y en tantas legislaturas seguidas, solo cabe plantearse la cuestión de ¿CÓMO ES POSIBLE QUE ESTO OCURRA? Porque no me cabe la menor duda que, comprobados y conocidos los extremos de estos desaguisados denunciados, la reacción de los sufridos y absortos ciudadanos valencianos no ha sido la que correspondería esperar de gentes a las que se les supone un acendrado sentido de la honradez y...¡sobre todo!, de la responsabilidad.Virtudes de las que no han hecho gala, precisamente, el plantel de gobernantes de un Partido como el Popular que, a base de tramas corruptas y artífices de megalómanos proyectos (que, habrá de reconocerse, han generado pérdidas pero, también, como terrible paradoja, enriquecimientos injustos en beneficiarios de cohechos a mogollón), ha conseguido encallecer el alma y la conciencia de los habitantes de este país demostrando, por desgracia, con ello que, al no ser capaces de pronunciar un rotundo y sonoro ¡BASTA YA!, han puesto de manifiesto ser portadores de una humillante minoría de edad política, que inhabilita para el ejercicio de una SANA DEMOCRACIA como sistema, que debe conferirnos a los ciudadanos, la posibilidad de ser dueños de nuestro propio destino, puesto ahora alegremente y sin lógico criterio, en manos de gentes que demostraron su manifiestas y espúreas ansias de poder para su propio beneficio, importándoles “un cuerno”, el bienestar general ya alcanzado con sacrificios, por el esforzado pueblo español poniendo, así, en peligro el de generaciones venideras enteras.
