Vistas de página en total

lunes, 1 de abril de 2013

BUSCAS, PERSIGUES Y ENCUENTRAS (7)


«Lo que me importa realmente no es si sigo o no sigo, sino si voy a disfrutar del camino.»

SECUENCIA 13
EN EL SALÓN
Rafa se fue hacia el tocadiscos, y yo empecé a desnudarme sin dejar de seguirle con mis ojos, un poco cansados ya. Me quité la camisa, desabrochando «calavera» a «calavera» muy despacio, luego el cinturón. My Darling me daba la espalda, estaba agachado buscando un disco, desaté los cordones de mis «Lottusse» después de sentarme en el sofá; luego los calcetines, y cuando me incorporé, para bajarme el pantalón, Rafa se giró y empezaron a sonar las primeras notas de una canción que adiviné copla, él empezó a hacerme un medio play-back:
«Era muy poco en la vida
tan poco que nada era
por no tener no tenía ni madre que lo quisiera…»
Se me cayó el pantalón, Rafa se emocionó más y me soltó:
—¡Fresco! Pero siguió cantando, a la vez que se iba acercando a mí…
«…era un triste aficionado que buscaba en la ocasión
de dejar en un cerrao
frente a un pobre corazón.
Romance de valentía
escrito con luna blanca
con gracia de Andalucía 
en campo de Salamanca.
Enviste toro bonito…»
Queriendo torearme y muy cerca ya de mí… Yo alucinado sin perder comba, no supe qué hacer, dudé si incorporarme a su «performance» o hacer de mero admirador, me decidí de momento por lo último y volví a sentarme sintiendo el frío cuero en mis nalgas desnudas y el vaquero caído en los pies.
«…embiste por caridad (expresión de súplica)
morirme me importa un pito
pues nadie me iba a llorar.
Aquí no hay plaza ni nombre
ni traje tabaco y oro
aquí hay un niño muy hombre (señalándose)
que está delante de un toro (se quitó el calzoncillo y se arrodilló ante mí)
en matarme no repares
te concedo hasta el perdón
y como no tengo mare
la Macarena me ampare
si me cuelgas de un pitón…»
La canción siguió sonando pero él ya se había sentado encima mío, cara a cara y nos volvimos a besar con una pasión furiosa, «empitonados» los dos… 
Luego, entre risas y cogidos de la mano como dos adolescentes cómplices se dirigen al baño ya humeante. Luego vendrán los chapoteos, las risas, las palabras que acarician, los susurros, los poemas improvisados... Y una copla tras otra a bajo volumen es lo único que les mantiene atados aún a la realidad.

Canción de Conchita Piquer: «Romance de valentía» (Quintero, León y Quiroga)

(Continuará…)


©Miguel Je