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lunes, 20 de enero de 2014

ASUNTO NEYMAR: ¡MAYÚSCULA ESTAFA!




¿Se puede permitir en un país, supuestamente en crisis, como España, que una Sociedad deportiva barcelonesa malgaste noventa y cinco millones de euros en contratar a un jugador de fútbol como Neymar?

Si esto es así, como realmente aparece desvelado en prensa nacional esta mañana, ¿qué legitimidad o garantía nos ofrece un gobierno que, basándose en una representación de mayorías absolutas, nos tiene ahogados y malviviendo a cada vez más españoles?

Un fuerte contraste que nos obliga, con responsabilidad, a plantearnos la incomprensibilidad de las políticas económicas suicidas desarrolladas, hasta ahora, con fórmulas de un gobierno que obedecen a ideologías egoístas,  respondiendo más a intereses muy concretos, que llevan a subvertir el equilibrio que debería imperar en una sociedad justa donde, al ser los recursos cada vez más escasos y difíciles de allegar, la equidad y la redistribución de la riqueza obliga a que sea ésta la prioridad para cualquier gobernante que se precie de tal. Lo contrario, tal como está ocurriendo, es una ESTAFA y un atentado a lo que nos merecemos los españoles hartos de un sacrificio impuesto que vamos descubriendo, ¡ya de sobra!, a quienes está beneficiando. 
        
(c) Manuel Guzmán 2014

viernes, 17 de enero de 2014

Vecindario de Gamonal: nuevos "Comuneros de Castilla"


˝libertad, libertad, sin ira libertad…" JARCHA


¡¡Olé!! ¡¡Olé!! y ¡¡Olé!!, Tres

veces ¡olé! por el ejemplar 


vecindario del burgalés barrio de 


Gamonal que, cual nuevos 


Comuneros, lanzándose a las 


calles con singular fuerza y 


unión, en unánime grito 


liberalizador, nos han dado el 


más formidable de los ejemplos a 


todos los ciudadanos de España 


que indignados por los constantes 


descabellos de politicastros 


adocenados somos, sin embargo, 


incapaces de salir a las calles 


para sacudirnos esa desidiosa 


despreocupación por todo lo que 


significan los comunes asuntos 


que nos conciernen a la inmensa 


mayoría de españoles a los que se 


han atrevido, estos falsos 


demócratas, a negar el pan y la 


sal, despojándonos de  derechos y 


conquistas que tanto dolor y 


sacrificios costaron conseguir. 


Celebramos con vosotros este gran 


triunfo de la ciudadanía pues 


habéis puesto de manifiesto, para 


que se enteren los tiranos que 


nos gobiernan, que la democracia 


Representativa de los partidos 


políticos sin la PARTICIPATIVA de 


los ciudadanos, no se puede 


considerar como tal. Por tanto, 


con vosotros como adalides de un 


movimiento liberalizador, me 


congratulo en gritar a los cuatro 


vientos ¡¡ABAJO LA TIRANIA!! 


¡¡CIUDADANOS AL PODER!!        

(c) Manuel Guzmán 2014

lunes, 13 de enero de 2014

Tiempo para el cambio


«Quiero huir lo antes posible de la inhóspita armonía, de tristezas como losas e inconfesables cobardías a la espera de esperanzas que puede que vean el día. No soporto por más tiempo la implacable hipocresía de fantasmas que trafican dádivas de ideologías, con pastores impastores de sus propias felanías. Que nadie se inquiete si digo que mi añeja biología no se encuentra con las fuerzas de seguir la travesía si no se ata a las miradas de espejismos y poesía. Ni siquiera mi indecencia admite tanta estrafalaria orgía de materia que confunde sueños con pornografía reduciendo la Belleza valor de 
mercancía.» 
Luis Eduardo Aute: «Intemperie»


Doy gracias por todas las oportunidades que me brinda vivir en estos tiempos de cambios radicales en nuestra sociedad y en nuestro planeta. Actualmente, nada es predecible; hemos de estar dispuestos a adaptarnos continuamente a las nuevas circunstancias y esa es la vía segura hacia la evolución individual y posteriormente a la colectiva. No puede ser posible una evolución común sin antes trabajar un avance del individuo. Si bien es cierto que la vida  siempre nos pone pruebas para nuestro desarrollo individual, pronto se sumará el colectivo.


Vivimos en una época en la que las grandes injusticias, tanto sociales como contra la Naturaleza,  ya no se silencian; época en la que el que está arriba ya no es inmune a todo, aunque nos lo pueda parecer.


Queda mucho por hacer, pero el trabajo está en nosotros, en nuestra aportación diaria a crear un mundo más justo y equitativo.


Este árbol, un nogal que no sólo da unas nueces exquisitas sino que además son más grandes de lo normal, parece que está muerto, pero no. Interiormente padece una revolución química, invisible a los ojos de los humanos, que en cualquier momento, cuando las condiciones climáticas le sean propicias, estallará y recuperará su esplendor. Será para él un renacer, pero también para quien lo contemple, pues querrá decir que ha llegado a ver otra primavera. Una estación más en su vida, llena de nuevas experiencias que le harán continuar con su evolución. 

Así progresa la naturaleza de la que no debemos olvidar que formamos parte.

©Miguel Je 2014

domingo, 12 de enero de 2014

El vagabundo y el productor



«Toda la verdad. Y nada más que la verdad. Y aunque creí que nunca más sería capaz de comenzar, la fantasía es una vía  y comencé a recuperar algunos trozos rotos y una parte que aún está vacía.»

Él estaba apoyado en un árbol, en su aparente débil espalda hay una montaña de mochila que soporta con la ayuda del recio eucalipto: me pide refugio para un día o dos, como máximo una semana, si no es mucha cara dura. Se ha quedado sin casa y con muchas deudas, sin ahorros. Te has encontrado con una especie de productor y cayó en la trampa. Pero vamos, te vas a desmayar, vamos a desayunar. Después me lo contarás todo. Ya pensaremos algo. Te sacaremos de este lío, refiriéndome al perro negro que me acompañaba, que respondía al nombre de Dean. Mañana haremos un ejercicio: empezarás a escribirme todo lo que recuerdes de las actividades placenteras de la infancia, y yo escribiré las mías. Él acabó por escribir un libro: «Historias de un quidam» (Historias de uno cualquiera), yo aún no rematé el mío. Dean murió un 14 de mayo en Madrid en el 2006, justo después yo ingresé de urgencia en un hospital, pero eso es otra historia.

Han pasado 12 años y seguimos juntos escribiendo, paseando, cocinando y viviendo juntos. Tenemos un perro y dos gatas y muchas ganas de ver un nuevo día nacer, y pasear los dos con Alí y luego hacer el desayuno y a partir de ahí todo es sorpresa.

(c) Miguel Je 2014

REFUGIO

«Toda la verdad. Y nada más que la verdad. Y aunque creí que nunca más sería capaz de comenzar, la fantasía es una vía  y comencé a recuperar algunos trozos rotos y una parte que aún está vacía.»

Él estaba apoyado en un árbol, en su aparente

débil espalda hay una montaña de mochila que

soporta con la ayuda del recio eucalipto: me pide

refugio para un día o dos, como máximo una

semana, si no es mucha cara dura. Se ha quedado

sin casa y con muchas deudas, sin ahorros. Te has

encontrado con una especie de productor y cayó en

la trampa. Pero vamos, te vas a desmayar, vamos a 

desayunar. Después me lo contarás todo. Ya

pensaremos algo. Te sacaremos de este lío,

refiriéndome al perro negro que me acompañaba, 

que respondía al nombre de Dean. Mañana

haremos un ejercicio: empezarás a escribirme todo

lo que recuerdes de las actividades placenteras de

la infancia, y yo escribiré las mías. Él acabó por 

escribir un libro: «Historias de un quidam»

(Historias de uno cualquiera), yo aún no rematé el

mío. Dean murió un 14 de mayo en Madrid en el 

2006, justo después yo ingresé de urgencia en un 

hospital, pero eso es otra historia.

Han pasado 12 años y seguimos juntos 


escribiendo, paseando, cocinando y viviendo 


juntos. Tenemos un perro y dos gatas y muchas 


ganas de ver un nuevo día nacer, y pasear los dos 


con Alí y luego hacer el desayuno y a partir de ahí 


todo es sorpresa.


(c) Miguel Je 2014

viernes, 10 de enero de 2014

Dos años


«La rabia en el corazón se hizo un traje con mi cuerpo y todavía hoy sale por mis ojos como las aguas de un río corriendo.»

Hoy hace dos años que encontraron tu cuerpo frío e inerte, con la sonrisa congelada y la carita de felicidad, después de once días y once noches desaparecida en una ciudad demasiado gélida y gris, incluso para esa época del año; y aún no lo he conseguido digerir.

Fueron once días de tanta angustia y desesperación que cuando recibí una llamada de mi hermana mayor diciendo que habías aparecido me sentí por fin ligero, la losa que me había caído encima y soportaba con mucho esfuerzo se volatilizó para caerme de nuevo y aplastarme cuando escuché una voz que se rompía al decir «está muerta». Sí, te habías ido para siempre. Pero semanas más tarde supimos que realmente te habías ido tan sólo seis días antes de que te encontrara un obrero de la construcción. A mí me consoló saber que la misma noche de haberte caído también lo hiciste en un dulce sueño inducido por el agotamiento y el frío, pero yo también me congelé al conocer que la causa de la muerte fue hipotermia, así, sin más.

Te miro y te veo observándome desde lo más alto, atenta, sin querer perderte nada, con esa media sonrisa de labios cerrados, la sonrisa de la duda -la llamaba yo-, esa que nunca sabía si debía echar a correr hacia ti o disparado al baño, esa que nunca supe si era buena o mala señal, había que esperar a que tú decidieras como finalmente se perfilaba… Pero hoy sé que acabarás con ellos abiertos mostrando sin ningún pudor tus perfectos dientes.
  
(c) Miguel Je 2014