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martes, 13 de marzo de 2012

TRES AÑOS SEGUIDOS EN FINESTRAT


«Primavera del 2006»

Pues sí, se han cumplidos tres años seguidos en Finestrat, tres años en Espacio Je y ahora estamos de reformas. Poco más de un mes desde que Espacio Je fue demolido interiormente y ahora está en el proceso de construcción, mientras nosotros estamos en la casa de al lado, pero antes pasamos un mes en un precioso piso frente al puerto en La Vila. 


Tanta mudanza en tan poco tiempo nos tiene trastornados, a mi más que a Manuel. Ansío que nuestra factoría esté lista para instalarnos, pero con más fuerza añoro el momento de volver a saber donde se encuentra lo que necesito. Para mí es esencial tener un orden, y no me estoy refiriendo a una apariencia de orden sino al orden mental que coincide con un orden externo. Para mí es tan difícil de conseguir que tardé unos dos años en conquistarlo y por eso ahora, que lo he perdido, estoy tan descolocado, en espera, en transición, de vacaciones y con tiempo para pensar, pero sin ganas de angustiarme. Aun así siempre acabo por machacarme la cabeza con remordimientos y dudas, analizando continuamente mis actos y juzgándome. La verdad es que tampoco me extraña pues siempre he sido así, pero he decidido darme un respiro mientras duren las obras. Manuel también actúa como si fuera la voz de mi conciencia, y aunque no lo haga, su existencia hace que sea yo él que por él se corte; si no es exactamente por él es por el amor que le tengo, y quiero por encima de todo su bienestar. Lo dicho, prometo relajarme mientras duren las obras, espero que mi cuerpo también lo haga.
Me preocupa haber comprobado que estoy envejeciendo, también me preocupa mi reciente tendencia a adquirir peso. Sí, estoy engordando, pero con motivo, como más de lo que necesito y me muevo menos que nunca. Tengo ansiedad y la mato con exceso de productos precisamente nada adecuadas. No, eso es lo malo, que no la mato sólo la enmascaro. He engordado 10 kilos en los últimos 6 meses, es para preocuparse. Hay momentos en mi conducta difíciles de justificar. Todas estas anomalías me dan mucho que pensar, temo estar enganchándome a ciertas sustancias. ¡Esclavo yo de algo! Cuesta creerlo. Siempre he buscado la felicidad pero últimamente la busco en lugares equivocados. Sí, lo sé; entonces ¿por qué sigo haciéndolo? Quiero un Miguel al que hace años que no veo, al que era feliz con nada y que tenía ilusión por todo, busco detonadores para vivir quizás inapropiados. Quiero aventura y la busco en casa, hipnotizado por la TV. ¿Por qué sigo si no me funciona? Eso sí consigo entretenerme, el tiempo pasa en ese estado sigilosamente; pero están los daños colaterales, no sólo me trastorno yo sino que también altero a Manuel y a nuestros «bichos». Sé lo que quiero y sé como conseguirlo, aunque quizás no exactamente, pero sí tengo la idea para estar más cerca del tipo de persona que quiero ser. Trabajando todo se soluciona, vida ordenada, ejercicio físico y alimentación equilibrada; si a esto le añadimos lo que ya tenemos: amor por y de Manuel, Dean y «las chicas», y además algo tan importante como una casa confortable... ¡Para qué necesito experimentar con «gaseosa»! Lo he hecho un tiempo, vale, pero ahora no tiene ningún sentido. Necesito una desintoxicación y a seguir evolucionando. 

Los cuerpos cambian, los órganos envejecen y lo que un día me favorecía ahora me afea. Por muchos motivos la vida nos obliga a evolucionar. La mayoría de las células del cuerpo humano se regeneran cada día, pero por alguna causa las nuevas pueden nacer más débiles o con defectos debidos a mutaciones genéticas, causadas estas por innumerables factores produciéndose toxinas que se acumulan sin poder degradarse. Los estados emocionales alterados tienen también un papel fundamental en el desequilibrio fisiológico. Resumiendo, envejecemos por factores ambientales, por factores genéticos y por factores emocionales.
Yo siempre fui una persona preocupada por relentizar el proceso del envejecimiento, pero ha sido cumplir 41 y este proceso se aceleró. Estoy convencido de que uno mismo con ayuda del poder curativo de la mente puede rejuvenecerse ayudado también por factores externos, como una sana alimentación, no haciendo una vida sedentaria pero sobretodo es importantísimo un estado emocional equilibrado. Este será mi nuevo experimento para los próximos meses y espero que para el resto de mi existencia. «SI TE PASAS NO VALE». Todo es bueno en las dosis apropiadas; un simple ejemplo: el alcohol. Una copa de vino es beneficiosa, o dos incluso, pero una botella causará más trastornos que beneficios. Podría poner infinitos ejemplos como tomar el sol, andar, leer,... ¿Y hacer el amor? ¿Cuál es el equilibrio? Seguro que también lo tiene.

Tres años difíciles pero inolvidables, con altibajos pero maravillosos. Tres años pueden ser toda una vida.
M.Je

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